El abuelo domótico

Así es cómo últimamente hemos apodado a Papà Teo, abuelo de Marina y de mis dos mellizos...

Se supone que la domótica nos conquistó justo en ese momento en que descubrimos que nos hacía la vida más fácil... Pues bien, aunque en ocasiones puede que nos de la sensación de que abusamos de su confianza, él nunca deja de divagar por la casa localizando cualquier objeto mal puesto, descolocado, sucio o que produzca estorbo...

El abuelo domótico padece determinados males que le impiden llevar una vida normal, pero aún así hoy día, es el tronco de su hogar, buscando las opciones que sean necesarias para no alterar el estado normal de la rutina diaria.

Y es así como funciona... Como si de un fantasma con complejo de mayordomo se tratase, sospechosamente se abre la puerta de la cochera, aparece el carro en el jardín justo cuando voy a prepararlo o se abre la puerta en ese preciso momento en el que voy a entrar, no antes ni después, y los más fuerte es que su control es tal que si se le escapa el momento (siempre por un motivo mayor) ¡¡¡se enfada descomunalmente!!!

Pues aún  mayor es su estado de control  cuando los dos enanos están en casa: trona preparada, comida lista, babero situado en el milímetro de todos los días, biberones fregados, gasa atada en el cinturón (por sí se escapa alguna babilla) y todos los juguete preparados por sí hay que echar un ratillo de juego.

Sí ya se desvive por su hijos(grandecicos todos) más aún por sus nietos... Se sabe cuantas cacas ha hecho cada uno a lo largo del día, lo que comen, como se preparan todas las comidas (papillas, bibes, fruta, potitos), las citas del médico de toda la familia, cuenta las veces que tosen mis hijos con un gesto de preocupación cada vez que aumenta la suma, los minutos exactos que duermen la siesta, y hasta a la canción menos infantil le da su toquecillo melódico para arrancarle una sonrisa a los bebés...

El abuelo domótico no funciona con electricidad, ni con pilas, tampoco podemos comprarlo en grandes superficies, no, porque es de cosecha propia, es un pata negra en el funcionamiento y la eficiencia del control patriarcal, denominación de origen, fiel al día a día, esclavo del tiempo, adivino de ocultas patologías infantiles, apagaluces, recogepañales, calmador de llantos, conquistador de la cocina y sujetaniños incondicional...

Y aún cuando estamos todos con la luz apagada, esperando a que desconecte el día... El abuelo domótico ya ha pensado qué va a preparar para comer mañana y ha dejado las cosas del desayuno preparadas en la mesa...

Quizás se quede dormido en el sillón, o igual esa noche le toca no dormir, lo que sí es seguro es que mañana a esa hora exacta estará asomado a su ventana esperando a abrirnos cualquier puerta que debamos atravesar...

De vuelta

Bus Madrid-Granada, en la tv la peli "Dos tontos muy tontos" y en el canal 1 de la radio una cancion de Amaral de esas que he escuchado un millon de veces...
Me apetecia la melancolía del bus, tenía ganas de evadir mi mente proyectándola sobre el quitamiedos de la carretera, pero cada vez me cuesta más trabajo.
Alli me esperan los dos enanos con la cara descompuesta cuando me vean y Hernán con esa mirada de ¿por qué lo has hecho, mami?...
Mirad, tanto a ti como a aquellas personas que no entiendan porqué lo hago os lo voy a explicar:
Ser madre no significa dejarlo todo aparcado, no significa olvidar lo que quieres para tu futuro,  ser madre significa mucho más. ..
Es presentarle a tus hijos tus aspiraciones, tus metas y logros, y sentir que ellos son partícipes de ello.
Me llamaron, lo hicieron, alguien me escuchó y me quiso para contar historias, mejores o peores , pero lo hizo. Eran unos cuentos... y los grabé pensando en sus caritas embobadas cuando ven los dibus de la tv.
Y los dejé si, sin remordimientos. Hoy me atrevo a decir que los dejé para hacer lo que me gusta, que no me arrepiento porque ahora no solo lo hago por mi misma, tambien lo hago por ellos. Para que aprendan a ser fuertes y a luchar por sus sueños tal y como un dia su madre lo hizo.
Todas, y digo todas las madres (las múltiples más) tienen esos momentos de recuerdos de tipo:"con lo a gusto que estaba sin ellos","la que he liado", "por favor, quiero estar sola" ... imagino que es normal, que aun nuestra mente se está adaptando y que por mucho que intentemos ser normales, el dia a dia nos invade entre artículos de revistas para madres, conversaciones de tipo "pues mi hijo..." en el parque, y besos y besos a esas caritas tiernas. Y entre pitos y flautas llega el dia en que mis hijos cumplen un año. ..y...¡ cómo ha pasado el tiempo!, ya mismo están andando, ya mismo van al cole, van al instituto, se casan, tienen gemelos... y pensaré ¿He aprovechado el tiempo? ¿He conseguido lo que queria? Suerte la mía haber decidido llenar mi vida de hijos y que ellos me llenen a mí, con libertad,  siempre con libertad....
Cuando vuelva a Madrid, sabrán hablar? Espero que no...

Si la Pilarica levantara la cabeza...

"y yo parí a dos", "se alimentaban con leche condensada"...
La experiencia de mi abuela hace más de 50 años fue toda una noticia en el pueblo cuando aquel 18 de Septiembre decidió ponerse de parto mientras limpiaba las lámparas de la casa. Entonces imagino que no se conocía el "Síndrome de nido", pero ella lo tuvo, y rompió aguas con él...

Se veía muy gorda, pero jamás se iba a imaginar que después de parir a mi tía Sofía iba a venir Alicia. Y así fue, cuando salió la primera gemela, mi abuela, exhausta, aún seguía con ganas de empujar, la comadrona (dicése de la mujer más experimentada en partos del pueblo)le dijo que empujara, que algo saldría... y así sucedió.

Entonces las vecinas corrían de una casa a otra contando la noticia de que "la mujer del taytas" había parido nada más y nada menos que dos... y se juntaba con cuatro hij@s.

Lo recuerdo, recuerdo cada vez que me lo contaba, no paraba de recordarlo durante mi embarazo y aún se me viene a la cabeza, aquel momento en el que nació Anyo y el que vino despues cuando salió Hernán... No puedo evitar sentirme identificada con ella.

El temor de mis primas es atroz, ese sentimiento de creer que la genética va a hacer de las suyas a formado parte de mi vida, convirtiendome en una privilegiada múltiple, algo que no entienden mis primas porque ellas quieren tener los hijos de uno en uno...
Mirad, cuando me comunicaron la noticia aparte de ese asalto de temor que no te deja respirar, existía un atisbo de genialidad, de sentime única y especial, de creer que algo magnífico ocurría dentro de mí. Hoy mis tías gemelas se sienten identificadas con mis hijos, comparten la idea de que ellos van a tener ese vínculo que ellas tienen, y eso me encanta...

Si la Pilarica levantara la cabeza, quizás me contaría la misma historia, esa tan lejana que jamás pensé que a mi podría ocurrirme, esa que igual le tocaba a alguna de mis primas... pero afortunadamente por ahora sólo me ha tocado a mi.

Preñada y empeñada en el parto natural

Ayer estaba en la cola del supermercado y pase la vergüenza del siglo... mientras jugaba a adivinar qué caja era más amplia, toda una bandada femenina de curiosas de distintas generaciones (al parecer de la misma familia) se acercaba rápidamente a la limusina (dícese del carrito gemelar) para provocar el caos en unos instantes...

mientras se removían entre los típicos comentarios de "oiii, que bonicos!!" " míralos, uno dormido y el otro despierto" , "el que está despierto es más espabilado" etc, etc... y yo con esa sonrisa permanente de madre buena.
Una joven con un carrito "normal" (un sólo niño) GRITA (literalmente): ha sido cesárea, ¿no?!!!
Ahí está la cuestión. me remonté a mi primer pensamiento de terror hacia el parto que se instaló en mi cabeza, fue el día de la noticia múltiple, aquello primero que dije fué: "a mí que me duerman, me rajen y que no me entere de nada"....
¿Por qué cambiamos de opinión? ¿Cual es el proceso hormonal que provoca ese efecto de querer parir naturalmente? ¿Por qué si no parimos de forma natural nos sentimos menos completas?....
Entiendo esa situación de desamparo de muchas madres deprimidas por la cesaria, comprendo su tristeza pero es obvio que el problema no está en nuestras manos. No es facil que hoy en día se alineen los planetas para que todo ocurra como en mi parto ocurrió, fui una afortunada de la suerte y soy consciente de ello... pero normalmente no es así...
el próximo día en la cola del supermercado... una historia nueva.


De repente escuché una voz, una voz que descolocó todos mis sentidos, la cual provocó el giro de todos los rostros allí presentes (salida 1 de Mercadona, 6 cajas abiertas)

mi respuesta, casi instantánea, orgullosa pero a la vez tímida fue: no, ha sido parto natural... pude escuchar el sonido de admiración (¡¡¡¡¡!!!!!) de todos los allí presentes, noté cómo todos escucharon mi respuesta en modo "Harlem shake" y cómo la situación cambiaba a partir de aquel comentario... ví los globos de pensamiento de algunos hombres en los que su mirada se aproximaba a mis nalgas, pero tb ví como aquella chica, víctima de una cesaria no múltiple se hacía cada vez más pequeña entre comentarios de tipo... "yo no sirvo para parir"


No lo sé, intuyo que es como un reflejo, esas cosas de la naturaleza que se combinan con tus cinco sentidos, un impulso que dura todo el embarazo y que provoca tal efecto que convierte tu día a día en una preparación de meses con el único objetivo de parir de forma natural...
Recuerdo los ruegos a mi matrona tras tres horas y media de dilatación completa, recuerdo que engañó a la ginecóloga que me ayudó a parir diciendo que ya estaba preparada a pesar de que el primer hijo se metía hacia adentro cuando dejaba de empujar... recuerdo esa obsesión.

Tengo que decirte VARIAS cosas...(2)

Salimos del hospital con varias ecografías en las que se veían dos bultitos... Nuestra siguiente parada fue a una agencia de viajes donde teníamos contratadas las vacaciones, fuimos a anularlas pero entre la oleada de mensajes y llamadas no pudimos hacer nada! Incrédulos por la noticia recibida decidimos marchar a casa y flipar un rato... Los tres primeros meses de mi embarazo fueron muy buenos excepto por un maldito dolor de muela que ha estado presente a lo largo de todo este tiempo... Conseguí zanjar el tema con el dentista hace apenas una semana!!! Mi barriga crecía... Empecé en el gimnasio, pilates, yoga y natación para embarazada... Los días pasaban pensando en cómo sería la llegada de los dos enanos, si, eran niños.

El padre eligió un nombre: Hernán y yo elegí Anyo para mi primer gemelo... 

Lo mejor que hicimos es no pensar demasiado, no darle demasiada importancia a lo que estaba por venir. Los comentarios de la gente eran tan estresante que creamos una coraza que eliminaba cualquier tipo de pensamiento negativo acerca del tema que nos llegaba del exterior, así fuimos felices, y disfrute de mis ocho meses y una semana al 100 x100...

La preparación, las clases pre-parto, la información y el gimnasio fueron mi día a día... 

Recuerdo el momento vídeos de parto, cada lunes estudiaba los cambios semanales en internet, la dieta, el peso, etc....

A lo largo de mi embarazo múltiple cabe destacar lo siguiente:

- me volví una fanática del limón 

- conocí a embarazadas maravillosas en la natación, y a profesores fantásticos 

- cambie mi color de pelo

- confieso que comí embutido

- deje de fumar después de 13 años( volví tras la lactancia)

- disfrutaba cada noche de un masaje de pies (gentileza de mi querido esposo)

- desarrollé una terrible sensación que me provocaba un odio extremó hacia una canción 

- no pude tomar leche, me producía un asco horrible 

-pedía sillas allí donde iba

-se me pusieron las palmas de  las manos  rosas

Y fui muy muy feliz, al fin y al cabo era para estarlo, tenía tres corazones latiendo en mi interior...

Tengo que decirte VARIAS cosas...

Habían pasado ocho semanas, era mi segunda revisión, había dejado de fumar, esperámos no más de cinco minutos en la sala de espera, y ahí estaba él (futuro papá) a mi lado, un instante antes de que la doctora me llamara dijo: "joder, y si...", mi respuesta fue: "que no, hombre, cómo va a ser eso..."

A pesar de que sólo llevaba dos meses, mi barriga ya había crecido, habíamos pensado en ello, quizás fueran dos, pero era una remota posibilidad, cómo iba a pasarme a mí...

Me tumbé en la camilla y empezó ese eterno instante que cambiaría mis planes, mi vida y la de los demás...la doctora no hacía más que dar vueltas con el aparato por mi barriga, estuvo mucho rato, sin decir nada, yo no alcanzaba a ver la pantalla pero al otro lado estaba Cristian asintiendo con ese perplégico gesto de "te lo dije"

(izquierda-derecha-izquierda-derecha)- bien(dice la doctora) tengo que decirte varias cosas....


  continuará...