Ads 468x60px

¿Te ha gustado? Compártelo

martes, 5 de noviembre de 2013

El abuelo domótico


Así es cómo últimamente hemos apodado a Papà Teo, abuelo de Marina y de mis dos mellizos...
Se supone que la domótica nos conquistó justo en ese momento en que descubrimos que nos hacía la vida más fácil... Pues bien, aunque en ocasiones puede que nos de la sensación de que abusamos de su confianza, él nunca deja de divagar por la casa localizando cualquier objeto mal puesto, descolocado, sucio o que produzca estorbo...
El abuelo domótico padece determinados males que le impiden llevar una vida normal, pero aún así hoy día, es el tronco de su hogar, buscando las opciones que sean necesarias para no alterar el estado normal de la rutina diaria.
Y es así como funciona... Como si de un fantasma con complejo de mayordomo se tratase, sospechosamente se abre la puerta de la cochera, aparece el carro en el jardín justo cuando voy a prepararlo o se abre la puerta en ese preciso momento en el que voy a entrar, no antes ni después, y los más fuerte es que su control es tal que si se le escapa el momento (siempre por un motivo mayor) ¡¡¡se enfada descomunalmente!!!
Pues aún  mayor es su estado de control  cuando los dos enanos están en casa: trona preparada, comida lista, babero situado en el milímetro de todos los días, biberones fregados, gasa atada en el cinturón (por sí se escapa alguna babilla) y todos los juguete preparados por sí hay que echar un ratillo de juego.
Sí ya se desvive por su hijos(grandecicos todos) más aún por sus nietos... Se sabe cuantas cacas ha hecho cada uno a lo largo del día, lo que comen, como se preparan todas las comidas (papillas, bibes, fruta, potitos), las citas del médico de toda la familia, cuenta las veces que tosen mis hijos con un gesto de preocupación cada vez que aumenta la suma, los minutos exactos que duermen la siesta, y hasta a la canción menos infantil le da su toquecillo melódico para arrancarle una sonrisa a los bebés...
El abuelo domótico no funciona con electricidad, ni con pilas, tampoco podemos comprarlo en grandes superficies, no, porque es de cosecha propia, es un pata negra en el funcionamiento y la eficiencia del control patriarcal, denominación de origen, fiel al día a día, esclavo del tiempo, adivino de ocultas patologías infantiles, apagaluces, recogepañales, calmador de llantos, conquistador de la cocina y sujetaniños incondicional...
Y aún cuando estamos todos con la luz apagada, esperando a que desconecte el día... El abuelo domótico ya ha pensado qué va a preparar para comer mañana y ha dejado las cosas del desayuno preparadas en la mesa...
Quizás se quede dormido en el sillón, o igual esa noche le toca no dormir, lo que sí es seguro es que mañana a esa hora exacta estará asomado a su ventana esperando a abrirnos cualquier puerta que debamos atravesar...

No hay comentarios :

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates